Las siglas del Método CEN significan Credibilidad, Eficacia y Naturalidad. Estas son las bases que debe tener un buen orador y el método desarrolla estrategias profesionales de los comunicadores de televisión y de los grandes speakers. Estas técnicas de oratoria se combinan con herramientas para trabajar el poder personal y la gestión de emociones. Soy coach especializada en autoestima y he trabajado más de 20 años como periodista en televisión, por lo que sé muy bien cómo regular los nervios en situaciones de máximo estrés.
En estos cursos de oratoria concedo mucha importancia al trabajo enfocado en vencer el miedo escénico y a la regulación de los nervios. Para ello, es necesario indagar en el origen de ese miedo o lo que dispara las inseguridades cuando se habla en público. En la mayoría de los casos, las ideas son producto de pensamientos anticipatorios, ideas boicot inconscientes o de experiencias traumáticas del pasado. El método CEN crea un protocolo que ayuda a gestionar emociones perturbadoras y liderar pensamientos negativos. Yo trabajo con dinámicas de movimiento corporal, con ejercicios de respiración, técnicas para reprogramar la mente inconsciente y estrategias profesionales de comunicación y oratoria.
El método CEN enseña a comunicar de forma efectiva, ya que también incluye el desarrollo de estrategias para mantener la atención del público, crear discursos con impacto y saber cómo moverse y colocarse frente a una cámara o un público presencial.
¿Cómo se debe enfrentar un discurso?
Es primordial aprender a dominar los nervios, adquirir confianza y dominar las herramientas digitales.
Método CEN es un plan integral de oratoria que funciona para profesionales de cualquier área laboral. También tiene aplicación en la vida personal debido a su efecto de empoderamiento, ya que trabaja directamente en las inseguridades de las personas.
En el método CEN se trabaja el concepto de máscaras, porque cuando una persona está delante de una cámara se coloca unas corazas para protegerse a sí mismo y no mostrar su verdadera personalidad. En los cursos de oratoria he detectado más de 20 tipos de máscaras donde resaltan la máscara perfeccionismo, cuando el orador es su crítico más despiadado y la del sabelotodo, cuando se usa un lenguaje muy técnico para demostrar inteligencia, escondiendo el miedo a parecer incompetente o a no saber lo suficiente. Estas máscaras han protegido a las personas durante años, pero la idea es no convertirte en un esclavo de ninguna de ellas para lograr comunicar de forma creíble y efectiva, pero también natural.